Cuando Harold Correa llegó a España desde Barranquilla, Colombia, en 1999, lo hizo con la ilusión de estudiar y construir un futuro. La realidad, sin embargo, lo golpeó con fuerza: sin historial crediticio, sin empadronamiento y sin las credenciales que exigían los bancos, se encontró de lleno con la exclusión financiera.
“Dormí en parques y albergues, y no conseguía trabajo. Los bancos no me permitían abrir una cuenta solo con mi pasaporte, lo que me obligaba a guardar el dinero en un zapato”, recuerda. Esa experiencia no solo marcó su vida, sino que encendió la chispa de lo que años después se convertiría en Íkualo, el primer banco digital diseñado especialmente para inmigrantes en Europa.

Convertir los “no” en motor de cambio
La historia de Correa está atravesada por la perseverancia. Tocó la puerta de 62 bancos y recibió 62 negativas. También se presentó ante más de 100 inversores, todos con la misma respuesta: “no”. Pero nunca bajó los brazos. “Cada ‘no’ que recibía era una reafirmación de que el sistema necesitaba cambiar. Esa injusticia me impulsó a seguir siempre adelante, a buscar soluciones y a aprender día a día, con mi propósito siempre presente, hasta encontrar la forma de transformar esos ‘no’ en ‘sí’. Por todo ello, creo que no soy la excepción, sino la prueba de que siempre se puede. La clave, no rendirse…”, afirma.


La creación de Íkualo
Con experiencia como programador y en blockchain, Harold entendió que la tecnología podía ser la llave para abrir puertas. “La idea de Íkualo nace de mi propia experiencia. Comprendí que la tecnología era la llave para democratizar el acceso a los servicios financieros. Así, decidí dar el paso y fundar Íkualo, con la misión de impulsar la inclusión financiera de los migrantes que residen en Europa”.
Íkualo permite a cualquier inmigrante residente en España abrir una cuenta en pocos minutos solo con el pasaporte o un documento de identidad válido, sin necesidad de historial crediticio ni empadronamiento. La plataforma ofrece una tarjeta de débito VISA y servicios adicionales pensados para la comunidad migrante: telefonía móvil, renting de autos, envío de remesas y más.
“Ningún banco tradicional ni otros neobancos en Europa abren cuentas con pasaporte. Nuestra propuesta de valor está enfocada en abrirle la puerta a los migrantes cuando llegan con una mochila cargada de sueños y muy poco dinero, y eso es lo que nos ha llevado a crecer tanto”, subraya.

Crecimiento y alianzas estratégicas
El impacto fue inmediato. En menos de un año, Íkualo superó las 100.000 descargas y alcanzó una valoración de más de 50 millones de euros. Para Correa, las claves fueron claras: “La facilidad de uso de la plataforma, su seguridad, y el enfoque en la inclusión financiera nos permitieron ganar la confianza de nuestros usuarios y crecer rápidamente. Además, el respaldo de instituciones como VISA y la entrada de inversores estratégicos también fortalecieron nuestra posición en el mercado”.
El acuerdo con VISA no solo validó la visión de Íkualo, sino que le abrió la puerta a la expansión global: “Nos brindó una plataforma para que nuestros usuarios pudieran realizar pagos rápidos y seguros en más de 130 millones de comercios de más de 200 países”. A su vez, la incorporación como socio inversor de José Elías Navarro, reconocido empresario español, fue otro hito clave: “Aportó no solo capital, sino también experiencia y visión estratégica al proyecto”.
Un mercado enorme y desatendido
El desafío que aborda Íkualo está lejos de ser pequeño. Según datos recientes, el 75% de los inmigrantes en Europa no están bancarizados. Para Harold, más que un problema, se trata de una oportunidad histórica: “Este dato representa una oportunidad significativa para promover la tan necesaria inclusión financiera en el Viejo Continente. Nuestro compromiso será seguir innovando para mantenernos a la vanguardia y ofrecer nuevos productos y servicios que ayuden a facilitar la integración económica y social de los inmigrantes”.

La visión a futuro
Correa no oculta su ambición de largo plazo: “Mi visión es que Íkualo se convierta en la superapp financiera líder para inmigrantes en todo el mundo y no vamos a parar hasta conseguirlo. Además, aspiramos a ser un referente en innovación financiera inclusiva, contribuyendo al desarrollo económico y social de los inmigrantes”.
Un mensaje para los que empiezan de cero
Desde su propia experiencia, Harold envía un mensaje a los millones de inmigrantes que sueñan con construir una vida mejor en un país nuevo: “Que pase lo que pase nunca se rindan. Cada desafío es una oportunidad para aprender y crecer. La resiliencia, la pasión por lo que hacen y la capacidad de adaptarse son fundamentales. Si yo pude superar las adversidades y crear Íkualo, ellos también pueden lograr sus sueños”.