En una ocasión, dos de los empresarios más influyentes del mundo fueron invitados a escribir en un papel una sola palabra que, para ellos, resumiera el motivo principal de su éxito. Warren Buffett y Bill Gates, sin saber la respuesta del otro, coincidieron exactamente en la misma: “focus” (enfoque).
Para muchos, esta coincidencia no es menor. Representa una poderosa lección sobre cómo la atención concentrada en una sola actividad, pasión o propósito puede moldear por completo una carrera y un destino.
Obsesiones que construyen imperios
Bill Gates explicó en una entrevista con Charlie Rose en 2016: “Lo que hacés obsesivamente entre los 13 y los 18 años es lo que probablemente tengas más chances de hacer a nivel mundial”. En su caso, esa obsesión fue la programación. Comenzó a escribir código siendo un adolescente, y más tarde cofundó Microsoft, empresa que lo convirtió en millonario antes de los 30.
Warren Buffett, por su parte, descubrió su pasión por las inversiones a los 11 años, cuando usó sus ahorros de $114,75 para comprar sus primeras acciones de una compañía petrolera. Hoy, con 94 años y al momento de anunciar su retiro como CEO de Berkshire Hathaway, es considerado uno de los inversionistas más exitosos de todos los tiempos.
En una entrevista con CNBC, Buffett recordó cómo, años atrás, el padre de Gates reunió a varios empresarios y les pidió que escribieran en una hoja la palabra que explicara su éxito. Ambos escribieron focus sin saberlo. “Él se enfocó en el software, yo en las inversiones. Empezar tan joven me dio una gran ventaja, sin duda”, afirmó Buffett.
¿Y si ya no sos adolescente?
Aunque ambos empezaron muy temprano, eso no significa que sea tarde para adoptar este enfoque. Acá hay tres grandes enseñanzas que podés aplicar a tu vida y a tu estrategia de inversión:
1. Empezá cuanto antes y mantené el foco
Cuanto antes empieces a invertir (ya sea tiempo, dinero o energía), mejor será el efecto acumulativo. Buffett comparó una vez el interés compuesto con una bola de nieve: “Empezamos a construir esta pequeña bola de nieve en lo alto de una colina muy larga. El truco es tener una colina muy larga: empezar joven o vivir mucho”.
Hoy existen muchas formas de empezar: desde comprar acciones o fondos indexados hasta usar apps de inversión o armar una cuenta de retiro. Lo importante no es solo empezar, sino mantenerse enfocado en el largo plazo.
2. Invertí en calidad y valor
Buffett es un referente del value investing, una estrategia que busca empresas sólidas con buen potencial a precios razonables. Él prioriza compañías con flujo de caja constante, poca deuda y capacidad de crecimiento sostenido.
“Si no estás dispuesto a tener una acción por 10 años, ni siquiera pienses en tenerla por 10 minutos”, escribió en una de sus cartas a accionistas en 1996. Ejemplos en su cartera: Apple (la mayor posición actual de Berkshire Hathaway) y Coca-Cola, inversiones que ha mantenido por décadas.
3. Aprendé de tus errores y seguí mejorando
Hasta los mejores se equivocan. Buffett ha reconocido haber cometido errores por omisión, es decir, no haber invertido en oportunidades claras por falta de decisión. Su socio Charlie Munger lo resumió así: “La mayoría de la gente tiene muy pocas oportunidades obvias en la vida, donde es evidente que algo va a funcionar. Hay que tener el coraje y la inteligencia para aprovecharlas”.
En resumen
La historia compartida por Buffett y Gates nos recuerda que el éxito no necesariamente depende de hacer muchas cosas, sino de hacer bien una sola cosa durante mucho tiempo. El enfoque no es una habilidad más: es un superpoder. Y, como demuestran estos gigantes, nunca es demasiado tarde para cultivarlo.
