Desde Argentina, Luca Compagnucci lidera una revolución silenciosa en el mundo de las inversiones. Es cofundador y CEO de Berry, una fintech que permite invertir en acciones y ETFs de Estados Unidos desde solo 1 dólar y sin necesidad de una cuenta bancaria. Pero detrás de la tecnología y las funcionalidades, hay una historia profundamente personal: “Sinceramente, estoy creando Berry para mí. Es algo que yo quería y necesitaba usar”.

Una necesidad personal convertida en startup
La idea de Berry nació a principios de 2023 cuando Compagnucci intentó invertir en NVIDIA y no pudo. Frustrado por las barreras que enfrentan los latinoamericanos para acceder a instrumentos financieros globales, decidió crear una solución para eso. “Todos en Berry compartimos la misma cultura: creamos el producto que nos gustaría usar a nosotros mismos”, afirma.
Con una mirada crítica sobre las dificultades del sistema financiero argentino, encontró en las stablecoins (o “dólares digitales”) una puerta de entrada al mundo cripto y un camino hacia la independencia financiera. “Creo que tuve la ventaja de nacer en Argentina y, por obligación, buscar formas de escapar de distintos palos en la rueda que un adolescente de EE. UU. o Suiza no escucharía en su vida”.
Invertir desde cualquier lugar, sin bancos
Berry se basa en la premisa de que cualquier persona, en cualquier parte del mundo, debería poder invertir en lo que quiera: “anyone, anywhere, anything”. Su proceso de inversión es simple, accesible y rápido: “Tan fácil como abrirse una cuenta en Mercado Pago. En menos de 3 minutos, cualquier persona puede estar usando cualquiera de las funcionalidades de Berry”.
Uno de los puntos clave del funcionamiento de Berry es la tokenización y el uso de tecnología blockchain. Esto permite ofrecer una experiencia completamente “bank-less”, facilitando la inversión mediante dólares digitales con costos mínimos y disponibles 24/7. “Es como tener una cuenta remunerada, pero en dólares, que te paga intereses todos los días”, explica Compagnucci.
Además, la plataforma permite invertir desde 1 dólar, gracias a la fraccionalidad de los activos. Y para quienes no saben por dónde empezar, ofrece inversiones agrupadas en ETFs, que él define así: “Es como un smoothie o licuado de varias frutas. En vez de comer cada una por separado, lo tenés todo en uno, ya preparado, mucho más “rico”, y con todo lo bueno de cada una de las frutas”.
Sin comisiones ni letra chica
El modelo de negocio de Berry también es disruptivo: no hay costos por apertura, mantenimiento, depósitos o retiros. Tampoco comisiones por operaciones, al menos por ahora. “La ‘salsa secreta’ está en que se pueden crear productos que antes eran accesibles solo para unos pocos, pero ahora por una fracción del costo”, comenta.
La seguridad es otro pilar clave: “Los fondos están en custodia de la empresa más grande del mundo en materia de seguridad de activos digitales”. Además, los activos están respaldados por un broker-dealer en EE. UU., regulado por la SEC y asegurado por SIPC. Los datos de los usuarios, por su parte, son gestionados por una de las empresas líderes en verificación de identidad.
Un futuro financiero más libre y accesible
La misión de Berry es clara: “Brindar un lugar para que cualquier persona sea libre de invertir su dinero como quiera”. Su enfoque es global y sin fronteras. “Berry, por definición, es para todos; no tiene fronteras”, afirma. De hecho, ya se preparan para lanzar un nuevo producto que, según Compagnucci, “seguirá con nuestra misión de acercar productos que hasta ahora eran solo para unos pocos”.
Sobre el futuro, no duda: “Creo que América Latina se encamina a convertirse en una región económicamente basada en las stablecoins”. Y agrega: “Un dinero descentralizado, que se envía tan fácil como un mensaje de WhatsApp y sin la intermediación de los Estados […] representa la tormenta perfecta para crypto y stablecoins. Y esto ya comenzó, y no va a detenerse”.
En ese escenario, Berry se proyecta como un actor clave: “Trabajamos para que Berry esté a la altura de ese futuro inminente”.


El lado humano del emprendimiento
Compagnucci no separa su proyecto de su vida personal: “Berry es parte de mí, es mi vida personal. El equipo de Berry es como mi familia, son mis amigos”. Cree que este involucramiento total es clave para el éxito: “Te permite jugar fuerte, estar all-in, lo cual es necesario para lograr cualquier cosa en la vida”.
Y deja un mensaje claro para los emprendedores que están empezando: “Es muy importante creerse uno mismo que puede lograrlo. Las cosas que usamos día a día… todo fue creado por humanos como vos y yo. Todos podemos”.
Para quienes quieren iniciar en el mundo fintech, su consejo es simple y poderoso: “Que hagan un producto que ellos mismos necesitan o quieran usar. Que lo desarrollen con el objetivo de sentirse orgulloso de usarlo y mostrarlo”.
En cinco años, ¿dónde estará Berry?
“El objetivo es seguir mejorando el producto, innovando y dándole poder a cada persona que use Berry”, dice. Pero también anticipa algo más grande: “Que todos estén usando Berry, incluso sin usar Berry directamente —conectados mediante una nueva gama de productos que estamos por lanzar…”.
Con una visión clara, un producto innovador y un compromiso total, Berry se consolida como una de las apuestas más ambiciosas del ecosistema fintech en América Latina.