Antes de convertirse en uno de los empresarios más influyentes del mundo, Jensen Huang fue reconocido como el “mejor lavaplatos de Denny’s”. A los 15 años, mientras trabajaba en ese restaurante, comenzó a desarrollar la ética laboral que más tarde lo llevaría a fundar Nvidia, la empresa que hoy domina la industria de los chips y la IA, y tiene una valuación de 4,4 billones de dólares.

Durante una entrevista en la Stanford Graduate School of Business en marzo de 2024, Huang recordó sus primeros años: “Planificaba mi trabajo. Era organizado. Lavaba los platos con todas mis fuerzas”. Esa dedicación, dice, fue la base de todo lo que vino después. “Nunca dejaba la estación vacía ni volvía con las manos vacías. Era muy eficiente. Al final, me convertí en CEO… y todavía estoy trabajando en ser un buen CEO, confesó entre risas.

Hoy, con una fortuna estimada en 170 mil millones de dólares, Huang lidera la empresa más poderosa del sector tecnológico y fue nombrado por Fortune como la persona más influyente del mundo empresarial en 2024. Sin embargo, nunca se olvida de sus orígenes. En homenaje a su historia, Denny’s lanzó un desayuno especial llamado “Nvidia Breakfast Bytes”, una combinación de mini panqueques y salchichas —el plato favorito del propio Huang—, en honor a su “notable viaje de lavaplatos a titán tecnológico”.

Los inicios de un visionario

Nacido en Taiwán en 1963, Huang vivió en Tailandia y se mudó a Estados Unidos a los nueve años. A los quince ya trabajaba en Denny’s, mientras estudiaba en la secundaria de Portland. Años después, se graduó en Ingeniería Eléctrica en Oregon State University y obtuvo su maestría en Stanford University.

El destino quiso que el mismo Denny’s donde trabajaba marcara el inicio de su imperio. En 1993, junto a Chris Malachowsky y Curtis Priem, exingenieros de Sun Microsystems, Huang se reunió en una mesa del restaurante para hablar sobre una idea: “crear un chip que permitiera gráficos 3D realistas en computadoras personales”.

Jensen Huang fundó Nvidia en una mesa de desayuno de Denny's.

Aquel encuentro, acompañado de café y desayunos como el Lumberjack Slam, fue el punto de partida de Nvidia. “Pensamos: ¿por qué no construir una empresa que resolviera problemas que las computadoras normales no podían? Esa se convirtió en nuestra misión”, contó Huang. Esa visión cambió para siempre la computación moderna y abrió el camino a avances en inteligencia artificial, robótica, simulaciones climáticas, diseño de materiales y autos autónomos.

De un libro de 450 páginas al nacimiento de Nvidia

Huang recuerda que, sin saber cómo empezar un negocio, compró el libro “How to Write a Business Plan” de Gordon Bell. Pero al ver que tenía 450 páginas, bromeó: “Por el tiempo que termine de leerlo, ya habré quebrado”.
En lugar de seguir la teoría, decidió aplicar la práctica: diseñar su empresa desde una mesa en Denny’s.

En ese momento, trabajaba como ingeniero en LSI Logic, pero su ambición lo llevó a renunciar para apostar por su idea. Hoy, en ese mismo Denny’s de San José, una cabina lleva su nombre como símbolo del lugar donde comenzó una de las historias más inspiradoras del mundo tecnológico.

Liderazgo y mentalidad: el CEO que sigue lavando platos

A pesar de su éxito, Huang mantiene una filosofía humilde. Dirige Nvidia con una estructura horizontal y un contacto directo con su equipo: “Un CEO debería tener la mayor cantidad de reportes directos posible. Yo tengo 50”, afirmó.
Y continúa: “Ninguna tarea está por debajo de mí. Fui lavaplatos, limpié baños… muchos baños. Algunos que no se pueden olvidar”.

Esa mentalidad lo ha acompañado mientras Nvidia rompe récords en el mercado: en 2024, su acción subió un 46%, superando a Amazon y Alphabet. Aunque algunos analistas hablan de una burbuja de IA, Huang se mantiene enfocado en el largo plazo y en la innovación constante.

Un ejemplo de perseverancia

La historia de Jensen Huang demuestra que la disciplina y la mentalidad de mejora continua pueden transformar incluso los comienzos más humildes.
Como resumió Denny’s en su homenaje: “El viaje de Jensen, desde la cocina y el comedor de Denny’s hasta la cima del mundo tecnológico, es una prueba del poder de los sueños y la determinación”.

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