En un mundo donde los consumidores exigen inmediatez y las empresas luchan por ofrecer atención personalizada a escala, Hi Fenix surge desde el norte argentino como una solución innovadora. Formada por un equipo de jóvenes tucumanos, esta empresa desarrolló Hi Chat, un asistente inteligente que automatiza la atención al cliente a través de canales como WhatsApp, Instagram, Facebook y sitios web. ¿El objetivo? Liberar a las personas de tareas repetitivas y mejorar la experiencia del usuario.
De un estacionamiento de motos a una plataforma de IA
La historia de Rodrigo Aunins, su fundador y CEO, comenzó lejos del software. “Siempre quise emprender”, cuenta, y su primer intento serio fue un negocio físico: un estacionamiento de motos en San Miguel de Tucumán, que no prosperó por la pandemia. Sin embargo, esa experiencia sembró la semilla de lo que vendría después.
“Creo que la primera vez que gané plata con mis inversiones fue un momento decisivo”. Esa ganancia permitió unas vacaciones en Tafí del Valle, y fue “la primera vez que vi materializado en algo el esfuerzo”. A eso le siguió otro gran hito: “poder vivir de mi propia empresa”.
Antes de fundar Hi Fenix, Rodrigo fue supervisor de un call center y programador especializado en integraciones con bancos. Ambas experiencias lo formaron: “Aprendí el trato con la gente, cómo organizar equipos, comunicar ideas, definir tiempos y, sobre todo, a vender: siempre he sido muy buen vendedor”.
Tecnología que responde como un humano (pero no se cansa)
Hi Fenix es hoy una empresa de software con foco en inteligencia artificial, dedicada a automatizar aquellas tareas que las personas no quieren hacer. Su producto estrella, Hi Chat, nació justamente de la experiencia directa de Rodrigo con la atención al cliente: “Como buen vendedor, entiendo los desafíos que enfrentan quienes deben atender consultas: es muy difícil mantener la misma amabilidad, rapidez y calidad. Hi Chat nace para poder atender gran volumen de mensajes y datos sin perder calidez”.
A diferencia de los chatbots tradicionales, Hi Chat no se limita a responder preguntas frecuentes. “Nuestro asistente con IA es, antes que nada, un empleado digital: se conecta a tus bases de datos, consume APIs de tus sistemas, realiza acciones concretas y entiende el contexto”, explica.
El secreto está en la implementación de la metodología RAG (Retrieval Argumentation), que permite entrenar el sistema con los manuales de marca de cada empresa, asegurando respuestas alineadas con su identidad y estilo.


Casos reales, impacto real
Entre sus clientes se encuentran concesionarios de autos como Ford, Nissan y Chery, centros de salud, empresas de retail y negocios de venta online. Uno de los casos que más sorprendió al equipo fue el de AGN Ford: “Automatizamos toda la gestión para mostrar productos y autos disponibles, y el sistema actualiza la base de datos en tiempo real para que un asesor humano cierre la venta. Se generan reuniones, se programan visitas y se concretan ventas sin necesidad de atención los fines de semana”.
El impacto de este tipo de soluciones no se limita a lo operativo. “Le ahorramos a las empresas tiempo y recursos, permitiendo que concentren su fuerza de ventas en clientes con alta probabilidad de cierre”, destaca Rodrigo.
Una solución pensada para crecer
La implementación de Hi Chat es rápida y sencilla. “Si sólo quieren la burbuja flotante en la web, la integración tarda un día. Para WhatsApp, Facebook e Instagram, lleva entre 5 y 7 días hábiles”, aclara. Además, una de sus mayores ventajas es que escala automáticamente según la demanda. “Con nuestros agentes IA disponibles 24/7, si hay 5 clientes, hay 5 agentes; si hay 12, hay 12”, asegura.
El equipo humano juega un rol clave detrás de la tecnología, configurando, ajustando y monitoreando las respuestas para garantizar que el asistente mantenga una atención personalizada y coherente con la marca.
Aprendizajes, errores y visión a futuro
Hi Fenix no nació con una fórmula mágica. “El principal desafío fue no saber cómo organizar una empresa de tecnología ni entender la necesidad real del cliente. Arrancamos con un resumidor de videos de YouTube para practicar IA, trabajando sin recursos y poniendo nuestro propio dinero”, confiesa. Lo superaron con perseverancia y la experiencia adquirida en proyectos anteriores.
Al principio, consiguieron clientes a través del boca a boca y puerta fría. Pero lo que mejor funcionó fue automatizar sus propias redes sociales: campañas de anuncios que conectan con el chat, el cual responde preguntas y agenda reuniones.
Rodrigo es optimista con el potencial de la región: “El momento es ahora. Latinoamérica está atrasada en adopción de IA y tecnología; habrá un gran crecimiento y somos nosotros, los emprendedores de hoy, quienes lo haremos posible”.

¿Qué sigue?
La visión a largo plazo es clara. “Mi idea es que Hi Chat crezca tanto que se independice de Hi Fenix como subsidiaria propia. Que Hi Fenix desarrolle nuevos productos bajo el modelo SaaS y forme un ecosistema que integre servicios automatizando la vida de las personas”.
¿Y el futuro de la relación entre empresas y clientes? “Veremos IA conversando con IA: tu asistente hablará con el asistente de tu cliente para cerrar negocios. Las empresas que no empiecen este camino hoy lo tendrán muy difícil mañana”.