De un “no” desde Estados Unidos nació una de las marcas más prometedoras del outdoor argentino. Fundada en 2024 por Tom Werner y Franco Ognio, ZULKI combina diseño, durabilidad y tecnología para crear productos pensados para quienes viven —y trabajan— en la naturaleza. En menos de un año, la marca ya se posiciona como referente de calidad y planea cerrar 2025 con ventas por más de un millón de dólares.

Tom Werner y Franco Ognio, fundadores de ZULKI.

De Austin a Buenos Aires: cómo empezó la historia

Antes de fundar ZULKI, ambos socios habían trabajado durante años en el segmento cervecero, dentro del mundo del consumo masivo. Pero el deseo de emprender algo propio y más conectado con sus pasiones los llevó a cambiar de rumbo.

“Decidimos salir de la dinámica corporativa para construir algo propio que realmente nos apasionara: la vida y las actividades al aire libre”, cuenta Tom. Tras una década en Estados Unidos, regresó a Argentina y, junto con Franco, exploró la posibilidad de representar a la reconocida marca YETI. Sin embargo, la empresa norteamericana les cerró las puertas para Sudamérica: Ese ‘no’ fue el empujón para crear una marca local con estándares globales”.

El correo de rechazo que recibieron de YETI.

Así nació ZULKI, con una visión clara: diseñar y comercializar equipamiento outdoor de la más alta calidad. Su filosofía se resume en una idea contundente: si se va a usar plástico, que sea para fabricar productos que duren toda la vida.

En mayo de 2024 decidieron comenzar la aventura. Durante meses se dedicaron a estructurar la idea y diseñar la primera tanda de productos. En paralelo, compitieron en el programa para emprendedores NAVES del IAE, donde obtuvieron el segundo puesto, un reconocimiento que validó el potencial del proyecto desde sus inicios.

Qué significa ZULKI y qué representa

El nombre de la marca proviene del carro tirado por caballos tradicional argentino, símbolo de durabilidad, confiabilidad y espíritu aventurero. “Evoca la capacidad de llegar a lugares remotos”, explica Franco.

Para él, ZULKI es mucho más que una empresa de productos outdoor: “Es la materialización de una obsesión con la calidad y la aventura”. Y agrega: “Si bien los productos igualan o superan estándares internacionales, no son más que un vehículo para mejorar la experiencia al aire libre y construir comunidad en torno al cuidado de la naturaleza y el buen diseño”.

La marca busca reunir a personas que comparten esos valores: pasión por la naturaleza, respeto por el entorno y aprecio por los productos bien hechos.

La propuesta: calidad, diseño y comunidad

El producto insignia de la marca son sus conservadoras térmicas, desarrolladas en versiones rígidas rotomoldeadas y flexibles con cierres herméticos. “Vimos una necesidad clara: no solo mayor retención de frío por horas o días, sino más prestaciones y una construcción capaz de soportar el maltrato del uso real”, detalla Tom.

Durante el proceso de diseño, el equipo consultó a pescadores, veterinarios y profesionales del outdoor para entender las verdaderas necesidades del mercado local. Su enfoque fue claro: “Apostamos a que la gente es inteligente y prefiere comprar poco y bueno, que mucho y malo”.

Pero ZULKI no se dirige solo a los profesionales. “Nuestro camino es el de validar los productos con quienes tienen la necesidad genuina, y luego dejar que el público masivo los confirme con su experiencia”, explica.

La marca también pone foco en construir una comunidad que valore el consumo responsable, entendiendo que la durabilidad es una forma de sostenibilidad.

Innovación y desarrollo: ZULKI se pone a prueba en la vida real

Cada detalle de los productos fue diseñado desde cero. “Desarrollamos moldes propios para asegurarnos que nuestros clientes puedan confiar en que cada parte fue pensada y estudiada para rendir, y no son productos genéricos con un logo pegado arriba”, afirma Tom.

Su equipo de diseño, liderado por Juan Salguero, trabaja con modelado 3D y simulaciones digitales para testear los productos antes de lanzarlos al mercado. “Las muestras que generamos las ponemos bajo todo tipo de estrés, buscando fallas y oportunidades de mejora”, comenta.

De ese proceso surgieron no solo las conservadoras, sino también mochilas, bolsos estanco, sillas plegables, sartenes de hierro fundido y vasos isotérmicos. El objetivo, según Tom, es claro: “Queremos que quienes emprenden aventuras cuenten con los mejores equipos, que se rompan menos y duren más”.

“ZULKI está vivo, y una gran parte de nuestra filosofía está en iterar sobre los productos”, agrega. “Dependemos mucho del feedback de nuestros embajadores y aventureros, que prueban el equipo en condiciones reales y nos ayudan a mejorar cada versión”.

Crecimiento, resultados y visión a futuro

El lanzamiento al mercado fue un éxito inmediato. “La demanda demostró que la propuesta era atinada, y que lo que traemos al mercado es de interés y necesario a nivel local”, cuenta Franco.

Con una oferta inicial limitada, la marca fue ampliando modelos y colores según las necesidades de sus usuarios. Hoy, ZULKI proyecta cerrar 2025 con ventas por un millón de dólares y tiene ambiciones regionales.

A mediano plazo, la meta es capturar el 10% del mercado local y consolidar a ZULKI como sinónimo de “la mejor conservadora térmica” del país.

“Pero es cierto que desde el día uno tenemos en nuestro chat interno pineado el mensaje: ‘vamos a ser la compañía de outdoor premium más grande de LATAM’”, afirman. Es por eso que ya están explorando alianzas con operadores en países vecinos, y algunos clientes incluso llevan sus productos a Centroamérica y Europa.

Emprender con propósito

Detrás del crecimiento acelerado hay valores compartidos. “La pasión por la vida al aire libre y la obsesión por hacer que ZULKI se posicione como líder del segmento” son, según Tom, los pilares del trabajo con Franco.

El mayor desafío fue escalar tan rápido sin perder el orden. “Pasar de ser una idea a una marca de Instagram, y luego a un referente en la categoría, fue un proceso vertiginoso”, recuerda. La enseñanza que se llevan es clara: “Siempre planear y construir todo para que funcione a largo plazo. Creemos que una base sólida, especialmente en las relaciones que vamos forjando, es clave para el éxito sostenido”.

Y cuando se trata de aconsejar a otros emprendedores, Tom comparte tres principios que resumen su experiencia:

  1. “Producto imbatible en un atributo —durabilidad, performance o usabilidad—. Sin eso, todo lo demás es ruido”.
  2. “Iterar con usuarios reales: prototipotestmejora. La verdad está en el campo, no en una presentación de PowerPoint”.
  3. “Operativa simple y medible: cadena de suministro clara, postventa ágil y márgenes que permitan reinvertir. El branding enamora; la entrega fideliza.

Compromiso ambiental y social

Desde su nacimiento, ZULKI adoptó una premisa simple: mejor calidad = menos descarte. “Diseñar productos que duren más reduce residuos y el impacto ambiental de reemplazos frecuentes”, señala Tom.

La empresa además dona el 1% de su facturación a la ONG Agenda Antártica, que impulsa políticas de conservación en uno de los santuarios naturales más importantes del planeta.

En el plano social, crearon ZULKI PRO, un programa de beneficios para guardaparques, guías de pesca y otros profesionales que dedican su vida a acercar a las personas a la naturaleza. “Queremos que tengan acceso a equipamiento de alto rendimiento para su trabajo y para la comunidad que lideran”, destaca Tom.

Un futuro construido sobre calidad

Con poco más de un año en el mercado, ZULKI ya demostró que una idea con propósito, una ejecución obsesiva por la calidad y un compromiso real con el entorno pueden convertir un “no” en una oportunidad gigante.

Y si algo deja claro esta historia, es que ZULKI no solo fabrica productos duraderos: también construye un camino firme hacia convertirse en la compañía de outdoor premium más grande de Latinoamérica.

ZULKI – Conservadoras Coolers

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