Marc Andreessen, uno de los inversores más influyentes de Silicon Valley y cofundador de Netscape, no dudó en decirlo con todas las letras: “Steve Jobs fue una de las personas más desagradables en la historia de la humanidad”. Pero lejos de ser una crítica vacía, Andreessen considera que ese rasgo fue parte esencial de su genialidad.
En el podcast de su firma de inversión, a16z, Andreessen compartió una perspectiva directa y sin adornos sobre el cofundador de Apple, a quien conoció en los años 90 cuando todavía era un joven emprendedor. “Discutía incluso sobre la forma de un vaso que tenías enfrente. Estaba dispuesto a debatir absolutamente todo”, recordó.

No aceptar el status quo
Para Andreessen, esta actitud desafiante era el motor detrás del pensamiento radical de Jobs. “No iba a aceptar el statu quo bajo ninguna circunstancia. Ahí es donde surgía gran parte de su genialidad”, explicó. Esta forma de ver el mundo, cuestionándolo todo, lo llevó a revolucionar industrias enteras.
El inversor también comparó la mentalidad de Jobs con la de Elon Musk, resaltando que ambos aplican el “pensamiento desde primeros principios”: una forma de abordar los problemas descomponiéndolos hasta sus fundamentos para luego reconstruir soluciones desde cero. Esta metodología es clave para innovar y romper esquemas, y ha sido recomendada por Musk incluso a sus equipos en Tesla y SpaceX.
¿Un santo o un tirano?
Andreessen también se refirió a la dualidad que suele aparecer en los relatos sobre Jobs: o se lo pinta como un visionario casi espiritual, o como un jefe temido por sus gritos y despidos súbitos. Pero según su experiencia y los testimonios de quienes trabajaron de cerca con él, “la verdad estaba en un punto medio”.
“Si le llevabas un trabajo de primer nivel, si eras excelente en lo tuyo, detallista, sabías lo que hacías y rendías al máximo, era el mejor gerente y CEO con el que podías trabajar”, afirmó. Muchos empleados, incluso, aseguraron haber hecho su mejor trabajo bajo su liderazgo.
Jobs exigía excelencia absoluta. “Su enfoque sobre el rendimiento era: todos van a hacer un trabajo de alto nivel, y si no, no van a estar acá. Como consecuencia, las mejores personas del mundo querían estar en Apple, porque estaban rodeadas de las mejores personas del mundo”, concluyó Andreessen.