Para Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn y referente del ecosistema emprendedor global, hablar de equilibrio entre la vida personal y el trabajo es, directamente, un signo de que no estás realmente comprometido con ganar.
Durante una charla en la Universidad de Stanford, Hoffman fue tajante: “Si alguna vez escucho a un fundador hablar de que tiene una vida equilibrada, entonces no está comprometido con ganar. Los únicos fundadores realmente grandes son los que dicen ‘voy a poner literalmente todo para lograrlo’”.
Esta mentalidad puede parecer extrema en una época donde se habla cada vez más de bienestar y salud mental, pero para Hoffman, es una realidad ineludible del juego emprendedor. “Estás muerto por naturaleza como startup”, dijo en el podcast Diary of a CEO. “El balance entre vida y trabajo no forma parte del juego”.
Una intensidad que se siente desde el día uno
En los primeros años de LinkedIn, incluso cuando un tercio del equipo tenía hijos, la expectativa era clara: comer en casa sí, pero después volver a trabajar. Hoffman lo recuerda así: “Dijimos: claro, vayan a comer con sus familias. Pero después de comer, abran la laptop, vuelvan a conectarse y sigamos trabajando”.
Y si eso suena duro, el caso de PayPal, donde Hoffman también fue clave en sus comienzos, iba aún más allá: ahí, directamente servían la comida en la oficina.
Para quienes critican ese nivel de exigencia, Hoffman es contundente: “Las personas que piensan que eso es tóxico no entienden cómo funciona una startup, y están equivocados. El juego es intenso. Y si no lo hacés, eventualmente te vas a quedar sin trabajo”.
El sacrificio... y la recompensa
Aunque muchos puedan discrepar, Hoffman insiste en que emprender es una elección. “Nadie te obliga a fundar una startup”. Pero quienes lo hacen, y están dispuestos a dejarlo todo, pueden cambiar su vida para siempre. ¿Prueba de eso? Los primeros cien empleados de LinkedIn, según él, “ya no necesitan volver a trabajar”, luego de la venta de la empresa a Microsoft por 26.200 millones de dólares en 2016.
El camino del dolor como parte del crecimiento
Este enfoque no es exclusivo de Hoffman. Eric Wittman, CEO de VSCO, también defiende una visión similar. Al asumir la conducción de la compañía en 2023, el desafío era claro: reposicionar una app que muchos consideraban una moda pasajera. En 2024, lograron finalmente ser rentables, pero el camino fue todo menos fácil. “Hay mucho dolor en ese camino”, dijo Wittman a Fortune. “Tenés que abrazarlo”.
Para él, el éxito requiere más que liderazgo desde arriba: se necesita un equipo dispuesto a comprometerse al mismo nivel. “Las personas en las que he invertido entienden lo que implica ser un sobre-esforzado modesto: aceptar el esfuerzo, trabajar con otros con la misma mentalidad y estar dispuestos a pelearla para conseguir resultados”.
Conclusión
Para algunos puede sonar extremo, pero para otros es una llamada de atención. Emprender no es cómodo. No es glamoroso. Y no es equilibrado. Al menos no al principio. Reid Hoffman y otros líderes de Silicon Valley lo dejan claro: si querés construir algo grande, vas a tener que apostarlo todo.